Los granitos son rocas plutónicas reconocibles por su textura holocristalina, definida por la presencia de cristales perfectamente observables a simple vista, que están compuestas por un agregado de cuarzo, feldespatos y micas como elementos fundamentales. También pueden formar parte de su composición, aunque en muy pequeña proporción, otros minerales, llamados accesorios, como la pirita y la magnetita.
El modelado granítico es muy típico, dando lugar a relieves fácilmente identificables. Se origina fundamentalmente debido a dos características inherentes a la propia roca:
Su gran resistencia a la erosión física, que contrasta con su gran vulnerabilidad ante la meteorización química.
La abundante presencia de
diaclasas o grietas, presentes en la estructura de sus bloques, dispuestas en planos horizontales y verticales. Es por esta razón por la que, como veremos, el granito se presenta dividido en bloques independientes. En la foto de la derecha podemos ver ejemplos de la formación de diaclasas en el granito.
El proceso de alteración química y de erosión, que define el modelado granítico, ocurre de la siguiente forma: el agua de lluvia penetra en los bloques de granito a través de las diaclasas y reacciona con los feldespatos y las micas produciendo su alteración incompleta. Los materiales sueltos, producto de la reacción, son lavados y arrastrados por el agua depositándose en la base del bloque granítico, donde se acumularán en forma de restos arenosos constituidos por los granos de mica y de feldespato inalterados y por granos de cuarzo que han sido desprendidos durante el proceso. En la fotografía de la izquierda vemos un ejemplo de este
proceso de arenización que acabamos de describir
Como resultado del proceso se producirá la fragmentación de la masa granítica primitiva en bloques redondeados. Estos bloques dispuestos unos sobre otros forman las conocidas
piedras caballeras, tan características de los paisajes graníticos, que cuando llegan a conformar estructuras inestables caen, originando un típico relieve de
bolos redondeados.
| |
Piedras caballeras y bolos redondeados. Podemos ver la situación inicial y la final.
|
Es también típico que en la superficie de las masas graníticas, en las zonas de diaclasas, se produzcan huecos poco profundos, ovalados o alargados, llamados
pilas. Podemos ver un ejemplo en la fotografía inferior.